martes, octubre 16, 2007

Soneto que a nadie le importa

Desperté siendo el vándalo de mi vida;
me juego con la bravura de una carta
que escapa de su baraja en ley de Esparta
a matar al as de espada, en pos suicida.

Me compré un sólo boleto, y es de ida.
Ni la espuma de la boca de la muerte
detiene este galope, ni a su mordida
yo respeto; aunque duela no es tan fuerte.

Que la vida no baila con cualquiera,
y me he vuelto despiadado con mi sed.
No voy a ser escalera caracol,

ni una piedra de pantano, ni arpillera,
ni el retrato que se marchita en la pared
de un bastardo con zapatos de charol.


















Mitad humano

4 comentarios:

Mariana dijo...

Y sí... aquí me vi.

La poesía suele no ser mi ámbito, pero bien por los poetas vivos que recuperan las formas que a veces parecen muertas.

Salud contigo, Gustavo.

Animoc dijo...

Destilar la rabia con la poesía, si...

ftgttdgdtgfg dijo...

si te digo que lei todo tu blog te miento, pero lo que si vi y me coparon son los dibujos a mano con acuarela sincermente muy buenos, solo pasaba y los tome me coparon, al proposito usted los hace saludos. Pasese por mi blog

Sabrina Konz dijo...

Insisto: impecable la rima, originales las palabras, me encanta todo.

 
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