domingo, marzo 19, 2006

El escalón de tus enanos

En mis caídas repetidas de deja vú, de cuando se me vencen las rodillas, de cuando desciendo desbocado y sin luces en un largo letargo, encuentro siempre alguna gente que puebla las veredas de aquél escalón en donde me estrellé. Hoy que bajé a donde no llega la luz del sol reconocí unos enanos que ahora sólo se ven desde la altura de sus ojos, que perdieron las piernas en un reproche por su derecho al pataleo, que se quedaron con una demanda paseando en tribunales.
Esos abogados…
Me incomodó ver tu brillo en sus ojos lacrimógenos. Compiten sus miradas por el orgullo de tenerte en aguafuerte en sus retinas, el recuerdo más cercano, cuál mano te rozaron. Juegan su ajedrez de borrachos y reyes desertores. Nunca alzan una copa sin brindar a tu salud, cuando recuerdan despiadados tu indiferencia no correspondida. Se aferran a mil uñas de algunas caderas que se cruzan, y ninguna responde al nombre que susurran. ¡Qué miedo tienen de seguir cayendo! Deambulan a pie pesado por la sombra que proyecta el mundo virtual de tus palabras, entre el asfalto hirviente y los cables que cortan un cielo tan distante, tan alto, tan inalcanzable, tan luna de hielo. Siempre mirando el suelo, siempre buscando una huella que los guíe hasta su gata sin botas.

Y yo perdido en el medio, medio asustado, medio con mucha esperanza, la esperanza que nace de la paciencia exagerada, la paciencia de La Muerte que espera en el hall de Mirtha Legrand…
Por fin a mi bolsillo llegó, mis escalones subidos de doce en doce, mi boleto de escape sellado por tu piel de manzana prohibida, mordida a medianoche.
Esta vez... me fui de un salto de ese infierno de los que están al tanto de lo que se perdieron, del escalón de vida fría, del Paraíso inaccesible de los que nunca te conocieron.




En un stop de buzón

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Decia Gustavo Adolfo Bécquer que el verdadero amor es aquel imposible, pues es el que se sufre, el que te llena de emociones y sentimientos, que luego inspiran a escribir, irónicamente grandes obras, bellas poesias...Yo no se como estará tu corazón,pero una gran vida interior se refleja en lo que escribis; asi que,no importa que sea lo que te inspire,sea grato o no,todo lo vivido o sufrido vale la pena, cuando otros como yo,disfrutamos de tus pequeñas grandes obras.

Ale dijo...

Coincido con Lu... ya el hecho de llegar acá y leer estas palabras y reflejarnos, es un placer cotidiano. Yo llegué por medio de Ely (www.fotolog.com/yanadaesloqera), otra persona con la cual me reflejé bastante al leerla. Y así... a cada día van apareciendo más y más personas, demostrandonos que no estamos tan solos bajo este cielo nublado y confuso.

Quizás algún día entre todos logremos encontrar la fórmula que andamos buscando para vivir mejor, aunque no creo que sea tan importante el final más que el camino que hagamos para llegar ahí.

En fin... un abrazo

 
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