domingo, noviembre 27, 2005

De la que coleccionaba almitas

Todas las mañanas entraba un rayo de alba por la ventana, se esparcía despacio, sin calentar los pies de porcelana de nuestras almitas sentadas, ni de a una, ni a todas ni a ninguna. En hilera sobre su repisa de madera, era la espera una condición para ser pieza de su colección; el destierro, la pena mayor; su indiferencia, la ausencia de la razón; y la ilusión... esa era cerradura herrumbrada y sellada.
Bajo un silencio de muñecos de trapo se repetían los días: miradas y nada más. Sentados lado a lado los juguetes se desairaban.
¿Cuánto más tengo que esperarte? Queman los labios por ganas de besarte, se va la vida en expectativas. ¿Podré abrazarte alguna vez?
Y ella sólo respondía tal vez, tal vez...
¿Cómo pides que no me adelante? Tus sábanas están vacantes y aquí se sueña tras las paredes. ¿Dirás que sí de aquí a un mes?
Lo diré después, tal vez, tal vez...
Mi alma disfrutó su sonrisa una última mañana, tomó aire, cerró los ojos y de un arrojo se descolgó. Se estrelló en el piso y volvió corriendo a mi cuerpo. En el anaquel de la coleccionista quedó un espacio donde habrá encontrado un pecado de abandono y unas risas bien marchitas, la primera de la fila.
Hizo una rara suerte que ayer la encuentre entre pasadizos, llevaba la mirada vacía como la palma de sus manos, como su estante de madera desgastada. Esperar en exceso una correspondencia es para los que no envejecen. Las demás almitas se fueron una a una, se fueron todas, no quedó ninguna. Sin adiós y sin posdatas. ¿Habrán partido con prisa? Quizás a otra repisa, largas esperas retuercen corduras. ¿Volverá alguna, alguna vez?
Tal vez, tal vez.


En memorias sueltas

2 comentarios:

El tio Lizard dijo...

No intento buscarle un significado ni intento ver a que persona caracterizas ... yo la veo a esa persona ahi, y creo que muchas veces debo haber estado en esa repisa..

Anónimo dijo...

Es tan subjetivo, que no sé si seria demasiado atrevimiento un comentario de mi parte. Sin embargo me lleva a reflexionar... que es demasiado, pretender una espera paciente, de alguien que siente que su ilusión se desvanece minuto a minuto.Que dificil vivir sin la ilución que nos mueve!.Aunque por descolgarse a destiempo, nunca sabrá...y todo será un eterno "tal vez".

 
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