tan conocidos del todo pasa
que ellos quedan, como queda la naranja
crecida en la vereda de la infancia.
Ya vas a saber de mis amigos
de bolsillos de quieroretrucos
en cada batalla que venga perdida,
no hallarás dios que los ponga de rodillas.
Ya vas a saber de mis amigos
si una sonrisa corta tu sombra,
si oyes una voz que ya escuchaste antes
recitándole un bolero
a los fantasmas del instante
Perdigones de un tiro perdido
que viajan tan esparcidos,
que el tiempo reúne tarde y temprano
a la orilla de la botella del vino
de la casualidad.
Si te gusta, llamalo destino,
yo estoy hablando de amistad.
Qué bosque de crayones
Qué queda por temer
Qué forma de encarar a la vida,
que es una dama de alquiler
que a veces invita a jugar a su falda,
y a veces la vida, qué brava se vuelve
nos araña muy fuerte la espalda,
y ronda alrededor de la noche
la eterna fantasía de enamorlarla.
Pongo un suspiro entre comillas,
qué distancia, qué kilómetros ni millas.
Las arrugas no cubren los rostros.
Que la muerte no apague
las luces de este baile
que a la música la hacemos nosotros
la hacemos nosotros
Ya sabrás lo que digo;
pisa fuerte la amistad
y en tu cara, soledad

Retazos de mí