Llegó
perfumada de jazmines
y acariciando adoquines
una bolsa de papel.
Frenó,
cual si fuera día de enero
hizo un alto en los canteros
y saltó a la intersección igual
que si nadie la mirara
fue a danzar a la hondonada
con el pequeño huracán.
"Verás,
no me importa lo que digan,
siempre soñé en esta esquina
con invitarte a bailar."
Dicen
que allá por los basureros
cartas huérfanas de apego
viajaron a la ciudad.
"Aquí
nada hay para nosotras,
yacemos tristes y rotas
como quien nos escribió ayer."
A la fiesta de la calle
se sumaron sin detalles
con el pequeño huracán.
Salió
una tropa de naranjas
que acampaba entre las zanjas
a asediar felicidad.
Huyó,
como en la magia de un cuento,
remontada por el viento
la bandada de papel.
Quedó un
basural entre las copas
de los árboles sin ropa
y algún día bajarán.
Algún día bajarán.
Algún día...
Me acordé de ese ventarrón de madrugada
miércoles, abril 16, 2008
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5 comentarios:
Bolsa promiscua
Siempre vos... tan así... tan sensible, tan atento a esas hermosas pequeñeces... Me encanta.
Bienvenido.
P/D: Me recordó a "American Beauty"... la cosa más hermosa del mundo.
Siempre vos... tan así... tan sensible, tan atento a esas hermosas pequeñeces... Me encanta.
Bienvenido.
P/D: Me recordó a "American Beauty"... la cosa más hermosa del mundo.
Siempre vos... tan así... tan sensible, tan atento a esas hermosas pequeñeces... Me encanta.
Bienvenido.
P/D: Me recordó a "American Beauty"... la cosa más hermosa del mundo.
Jajaja... se me publicó tres veces.
XD
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