De tus besos nacen los poetas,
al infierno imposible que hace a tu boca olvido,
para escribir los versos más heridos.
Nubecita que nunca para de llover
cuántos de nosotros
jirones de tu vida
cuánta calidez tendría
que el viento te hilvanara una sonrisa
y te paseara por colinas de duraznos
Prófugo al siempre por tu nombre
en busca de que entendieras
que bajo el sol
no existen sombras que valgan tus penas
Mi universo
sábado, septiembre 09, 2006
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